Me dice mi amiga que escriba algo o que me va a matar. Y yo le ruego que me mate, que me mate hoy mismo. Que me mate hoy bien fuerte y que me arranque uno a uno los dedos de los pies que escondo con esmalte rojo de uñas. Y antes de caer que formen una avalancha que destruya el resto de mi cuerpo de abajo arriba. El calor, producto de temperaturas altas, y sol abrasador, fundirá los poros más pequeños de mi piel que se recongelarán por la noche formando una sólida consistencia entre los poros más grandes. Y por la mañana estaré lista para retomar la avalancha, entre un continuo proceso de transformación y sobretodo, antes de enchufar el ventilador. Se lo he rogado y no me hace caso. Mientras, esperaré en esta habitación con corrientes polares observándome los pies y deseando esta reacción en cadena.
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2 comentarios:
Dear:
has escrito unas palabritas, no te mato, por esta vez... pero quiero más, si no, te mato.
soy el brujo de tres cabejas que aterroriza a las muchachas perezosas de actualizar sus blogs para que sus amigas y demás despistados se entereen en qué anda metida.
tic-tac, tic-tac, el tiempo corre.
Tu me matas si no escribo pero yo te mato antes de que te mates tu, así que avísame por dios que esta noche soñé contigo.
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