
Yo no voy a ser tan injusta como Carla. Luego llegó el verano y nos pusimos todos más guapos. Es lo que tiene Mallorca. Mi novio me regaló una camiseta Custo y me dió permiso para coger el avión. El chandal había pasado de moda y teníamos mucho que celebrar. Si, en esos días me rompí el dedo pequeño del pie mientras dormía. Si, en esos días tronó más que nunca en la casa de la playa y no podíamos dormir. Carla y yo hicimos un esfuerzo para entender el accento mallorquín y adaptarnos a las expresiones más complejas. Toni nos enseñó sus fincas mientras su padre daba de comer a las ocas. Toni nos enseñó sus tierras mientras su madre nos cocinaba la mejor tortilla de queso. Allí me construiré la casa con mi marido, nos dijo mientras señalaba con el dedo más allá de los pinos. En la piscina todo parecía perfectamente encantador.
3 comentarios:
ai ai...
Mi abuela siempre me ha dicho que no muestre nunca el ombligo! Y alli en mallorca lo andaba mostrando...
Que horror! Pobre abuela!
En esa disco se bailaba bien, se cantaba alto! Recuerdo tu camiseta, yo nunca entendí lo de la camiseta Custo, pero si el novio de Aina la compraba es que era una camiseta con garantías y debia ser agradable al tacto.
Yo no quiero un marido. Yo quiero un maridaje de romances en los haya dolor y sufrimiento y reconciliacion.
El futuro empieza YA!
aisssshh, que ploro!!! quins dies... pluja, trons, oques, piscina... quan repetim?? és una mica trist tenir primer la finca que el marit... però és així! Jo segueixo volent-me casar. Amb oques o sense al jardí. I LOVE U!!
t.
a l'apartat de fotografia de l'fnac segur que en tenen i sino a Casanova (c/Pelai).
que guai no? ara a fer fotos xules!
ens veiem dema muaaaaa!
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