Bridemos!

Cada año esperamos el anuncio de Freixenet con más entusiasmo. Las burbujas doradas, la cara pintada y el picor del primer sorbo. Scorsese tiene claro un objetivo: preservar la história cinematográfica. No tuvo suficiente con alertarnos del síndrome del vinagre y la possible desintegración del color en las películas de acetato sinó que tuvo que rescatar ese guión olbidado de Hitchcock. Sin duda a más de uno le entrarán ganas de beber cava. Yo estoy de acuerdo con su causa perdida, el cine puede morir. Y digo; vamos todos a conservar todas las imágenes en movimiento, también las que no existan, las que sólo hayan sido escritas por los maestros, pero, acaso Freixenet tiene algo que ver? Quizás los pájaros lo saben y le esperan para contárselo.



Sólo me queda una traca final, con espectáculo pirotécnico y vengalas flourescentes. Sólo una traca final, de aquellas que hacen história.