No me grites

No es una verdad oculta que me atraigan las personalidades difíciles. Quizás porque me reflejo en ellas o quizás porque no me reflejo en ellas. Muchos lo excusan en el horóscopo. Pero eso de no parecer y ser, suele anotarse en mi etiqueta y es algo que debería empezar a entender. Ayer entendí que a Humphrey Bogart no le sienta nada bien sonreír ni expresar el más mínimo esbozo de ternura. Tampoco le sienta bien ser deportista. Ayer también me di cuenta que hay muchas formas de bailar claqué y de utilizar el suelo de parqué de una bolera. Y aunque no entienda aún porqué me gusta complicarme y hacer ver que no lo hago, si entendí porque a Layla le gustaba Billy. Y no sólo era por sus pantalones de pitillo.