Uno de mis problemas es decir que no y querer desesperadamente un si. Y usted se preguntará, que manía tienen algunas de complicarse tanto al pronunciar. Ni yo me lo explico sin dejar de rascarme por encima de la frente. Se me ocurre que lo hago por diversión, porque tengo ganas de llegar por el camino más lento, porque me gusta jugar a despistar. Mi juicio invoca ese si casi sagrado mientras mi boca articula ese no claramente impasible, contrayendo las cejas en forma de interrogante y mordiéndome la lengua acto seguido. Aix! Lo volví a hacer! Es desesperante!
Y lo mismo me ocurre en inversa, no se decir que no. Y usted se preguntará, que costumbre tienen algunas de enrevesar tanto al personal. Pues lo reconozco y pido perdón por ello. Aunque ya sea demasiado tarde, no me iré corriendo ni me esconderé antes de verle llegar. Sólo es cuestión de intentar evitar que se acerque demasiado, de intentar evitar el acto carnal.
2 comentarios:
nena, pues la peli está en casa esperándote, asi que ya sabes.
Hay que ir a comprar los porrones... me acompañas??
Bones vacances my lady
Passa-ho de conya a oporto un peto molt gran! et trobo a faltar!
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