Helados en invierno

Aún no conocía la kiki's house ni había probado los platos fuertes, sólo sabía que me gustaban los hombres mayores y que no tenía ganas de ir a dormir. Aún era menor de edad. Salía de trabajar a las dos de la madrugada y de camino al bar de mi amigo me pintaba los ojos y los labios en el espejo de alguna motocicleta. Me sentía fresca por el granizado de limón con un sorbo de vodka que me acaba de tomar, aunque me dolieran las piernas, aunque llevara 10 horas delante de un mostrador. Casi no me tocaba el sol y me daba completamente igual. Cuando llegaba al bar decían que venía del monte y me dejaban pasar. Yo quería trabajar allí en realidad. Yo quería estar cerca de él en realidad. Esta canción me recuerda a su nariz. Y a las peleas y a los cristales rotos. Y a los baños. Y a los cubatas y a las entradas de las discotecas casi vacías. Y noche tras noche me destrocé el estómago hasta que meses después explotó. Y salí detrás de él cuando lo vi pasar en la biblioteca. Y me dijo que tenía novia y lloré. Lloré y lloré y el verano había pasado y el bar había cerrado. Y sólo quedó el inicio de esta canción.



Y al verano siguiente fue el quien me vino a buscar, pero yo ya había empezado a tomar el sol.

5 comentarios:

Nana Bergstrom dijo...

solo he cambiado el nombre...

toysareme dijo...

que pena...debiste darle una segunda oportunidad aina... tomar el sol es nocivo para tu piel, mientras que el amor rejuvenece...to que tu lo reconsideraría...
un bicazo!

toysareme dijo...

psss...yo aqui lo intento, pero los helados no me bajan... los tengo que escupir...demasiado frio... quizas cuando seamos habitantes del pais de la reina de las nieves...ya te contaré ...
besos

toysareme dijo...

mr potato espera a q le saludes...
un besazo!!
como va todo?

toysareme dijo...

en el maravilloso mercadillo de segunda mano de los domingos... Los domingos por las manhanas voy a la caza y captura de pequenhos tesoros....
beso