
Como los lagartos nos tumbamos al sol y sentimos que todo lo cursi ya no importa. Que somos animales domesticados y que nos gusta correr muy rápido. La carne cuece a fuego lento y el humo impregna nuestra ropa. Y podríamos sobrevivir sin mucho. Con nada, con sólo lo puesto y la nariz roja. Los pájaros gritan de madrugada y no nos dejan dormir. En el desierto es mejor descansar de día y caminar de noche. Los elefantes y los hipopótamos son peligrosamente agresivos y en los pantanos los caimanes se acercan sigilosamente escupiendo burbujas delatoras. Si degollas una rana en el primer mordisco no seguirá cantando dentro de ti y te aportará las proteínas necesarias para seguir caminando. Porque de eso se trata, de seguir hasta que el cuerpo aguante.
1 comentario:
qué foto tan bonita, quién es?
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