Era el año 94 y mis padres me llevaron a EuroDynsey. Decían que había una nueva atracción, una sala de cine en 3D. Hicimos 4 horas de cola. En la puerta una estatua dorada y gigantesca de Michael Jackson nos daba la bienvenida. Nos pusimos las gafas y nos acomodamos en las butacas. Nunca imaginé que el 3D puediera ser algo parecido. Pudimos tocar su traje. Estaba tan cerca. Todas sus faraonas allí sentadas sin casi poder ni respirar. Esa sensación de desmayo. Simplemente aluciné.
2 comentarios:
acabas de recordar un viaje q tenia olvidada y esa misma sensación de ver a michael jackson....realmente lo sentias cerca, a qué si¿?
muas
yo lo vi en un concierto que hizo en tenerife y lo fui a ver al hotel...
a esa edad estaba loca por verle era muy fan, sobre todo porque mis padres escuchaban su música y me contagiaban...
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