Conducir o no conducir
Los animales sólo tienen preferencia de paso en las cañadas debidamente señalizadas. Si en una carretera insuficientemente iluminada deslumbramos al conejo de la suerte a nuestro paso de radiocassette debemos soltar las largas y volver a poner las luces de corto alcance. No es cortesía, sólo es un pequeño acto de sensibilidad incluso para aquél assesino de barrio. Si la carretera esboza una curva peligrosamente escondida detrás del arbol, entonces, ni el hombre más tranquilo puede dejar de decidir. Seguir o frenar. El conejo de la suerte mientras estará esperando tu decisión con los ojos centrados en esa luz que se acerca lentamente, que hipnotiza. Un giro brusco de volante y un barranco o pisar el acelerador y que sea lo que dios quiera. Amen.
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2 comentarios:
tuviste que aprender eso? os enseñan a prevenir los choques frontales o laterles de animales? está bien, pero yo ante el interrogante diría: no, no conducir, que conduzcan por mi. O en el peor de los casos, ya me inventaré un sistema de locomoción alternativo. ¿no? ahora cuando tengas el carné, podemos, junto a tus conocimientos diseñar un nuevo plan de desplazamiento intercontinental. pero a la larga creo que acabaría generando los mismos problemas. Para empezar habría de ser interhurbano...Necesitamos a alguien que conozca la tradición,los métodos de despalzamiento tradicionales, sus reglas, y a partir de ahí, creación.
cómo no ibas a aprobar...pues claro, tú siempre apruebas. seguro que lo tenías todo bien. Cada vez está más cerca... o más lejos...
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